viernes, 29 de agosto de 2025

EL PRIMER REGISTRO DE UNA OBSERVACIÓN COMETARIA EN EL RÍO DE LA PLATA


 

La fuente de este dato viene de la conferencia de Santiago Paolantonio en el Simposio Cometario de la LIADA en Rosario en 2010 (ahí estuvimos): “Estudios sobre cometas realizados en Argentina”. En 1777 se celebró el tratado de límites en América, entre España y Portugal y Diego de Alvear y Ponce de León fue nombrado Primer Comisario de la segunda partida de la demarcación de límites. Estos trabajos se extendieron  durante 18 años en la de zona de los ríos Paraná y Paraguay. Durante ese período, Alvear se dedicó a levantar planos topográficos y realizar estudios botánicos, de la fauna y de los indios tupíes y guaraníes. El 11 de enero de 1784 Alvear se encontraba en la ciudad de Pando, cerca de Montevideo y pudo observar un cometa, como lo cuenta en el Diario de la Segunda División de Límites:

“Como a las nueve de la noche de este día 11 de enero, se descubrió un cometa caudatario, hacia la constelación austral de la Grulla. Su diámetro aparente se manifestaba como una estrella de segunda magnitud, y la cola, inclinada a la parte opuesta del sol, aparecía bajo la proyección de un ángulo de dos gradas. La marcha, que no se juzgó conveniente suspender, y principalmente el tiempo nublado y de lluvias, que apenas se interrumpió en aquellos días inmediatos, nos impidieron hacer algunas tentativas sobre observar algunas alturas correspondientes y pasajes por el meridiano de dicho cometa, que nos pudiera haber conducido al conocimiento de su órbita y demás elementos. Y únicamente por cotejo hecho a la simple vista con las estrellas que le rodeaban, en varias ocasiones que nos le dejaron ver los celajes, notamos su movimiento como al NNO, de la cantidad de grado y medio, a dos grados, en 24 horas”

Santiago Paolantonio identifica en la conferencia mencionada al cometa observado por Alvear en 1784 en lo que hoy es Uruguay con el C/1783 X1, descubierto por el francés La Nux en la isla Bourbon el 15 de diciembre de 1783.

martes, 26 de agosto de 2025

¿Y si el objeto interestelar 3I/ATLAS es un test de Turing de una inteligencia superior?

 

Y tal vez no superemos la prueba

Por Avi Loeb

Fuente:

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2025-08-14/espacio-investigacion-3i-atlas-test-turing-avi-loeb_4190962/

La trayectoria anómala del 3I/ATLAS y su velocidad lo alejan de ser un cometa al uso y pueden indicar un posible origen tecnológico. ¿Será la manera en la que una civilización interestelar testa nuestra inteligencia?

En 1949, Alan Turing concibió el juego de la imitación, una prueba de la capacidad de una máquina para mostrar inteligencia artificial equivalente a la de un ser humano. En la correspondiente Prueba de Turing, un humano interroga a un sujeto mediante una serie de preguntas y respuestas. Si el evaluador no puede distinguir una máquina de un humano, se concluye que la inteligencia artificial de la máquina ha superado la Prueba de Turing.

 Se me ocurrió que un objeto interestelar con propiedades anómalas, como 3I/ATLAS, podría ser la Prueba de Turing de la inteligencia natural de la humanidad por parte de alguna inteligencia alienígena superior. Es bien conocido por cualquier viajero interestelar que hay abundantes rocas heladas en los sistemas planetarios. Estas constituyen los bloques de construcción sobrantes del proceso de formación de los planetas. Por esa razón, un alienígena podría suponer que cualquier observador inteligente en la Tierra debe estar familiarizado con las rocas espaciales, ya que impactan la Tierra con regularidad. No tan deprisa.

 El físico alemán Ernst Florens Chladni fue el primero en publicar en 1794 la idea de que los meteoritos podrían ser rocas que no se originaron en la Tierra, sino en el espacio exterior. Recopiló todos los datos disponibles sobre varios meteoritos y concluyó que debían tener sus orígenes en el espacio. La comunidad científica de la época respondió con resistencia y burla. Pasó casi una década antes de que se alcanzase una aceptación general del origen de los meteoritos desde el espacio, principalmente después de que el científico francés Jean-Baptiste Biot recogiese datos y testimonios sobre la caída de miles de meteoritos en 1803 desde los cielos de L'Aigle, Francia.

Aunque inicialmente fue ridiculizada como disparatada por la comunidad científica, la noción de que existen rocas en el espacio exterior fue finalmente aceptada como verdadera. Este cambio de mentalidad es una marca de inteligencia. La ciencia es un trabajo en progreso mientras aprendemos de nuevos datos anómalos.

 Avancemos hasta el 1 de julio de 2025, cuando fue descubierto el objeto interestelar 3I/ATLAS. El objeto fue inmediatamente declarado por la comunidad científica como una roca helada, un cometa. Esto es lo que generaciones de expertos en cometas aceptaron como su paradigma después de 1803. Pero seguramente también deben ser conscientes de otros desarrollos desde 1803. En 1957, el primer objeto artificial, Sputnik 1, fue lanzado, seguido por numerosos objetos tecnológicos que se unieron a la población de rocas en el espacio exterior.

 Sin un análisis detallado, distinguir un objeto espacial tecnológico de una roca natural es complicado. Por ejemplo, el telescopio Pan STARRS en Hawái descubrió en 2020 un objeto etiquetado como 2020 SO que fue empujado por la presión de la radiación solar y fue posteriormente identificado como una etapa superior Centaur de un lanzamiento de la NASA en 1966 de la nave espacial Surveyor 2. De manera similar, el 2 de enero de 2025, el Centro de Planetas Menores anunció un asteroide cercano a la Tierra que fue posteriormente identificado como el automóvil Tesla Roadster lanzado en 2018 por SpaceX a una órbita elíptica alrededor del Sol. Este objeto cercano a la Tierra no era una roca, sino un coche. ¿Eso encendió la alarma de que los expertos en cometas y asteroides podrían confundir objetos tecnológicos interestelares con rocas? En absoluto.

 Pan STARRS también descubrió el objeto interestelar anómalo, 1I/Òumuamua, que exhibió aceleración no gravitacional que declina con el cuadrado de la distancia heliocéntrica —como si fuese empujado por la presión de la radiación solar, sin mostrar evidencia alguna de evaporación cometaria. Cuando propuse que podría ser de origen tecnológico, igual que 2020 SO, esta noción fue ridiculizada por los expertos en cometas, en un eco histórico del escrutinio de Chladni.

Esto nos lleva al último objeto interestelar, 3I/ATLAS. La imagen del Telescopio Espacial Hubble de 3I/ATLAS muestra un resplandor delante del objeto, pero no una cola cometaria prominente detrás de él, como es el caso de los cometas comunes. Las mediciones espectroscópicas no muestran evidencia de gas molecular o atómico que acompañe el resplandor alrededor de 3I/ATLAS, como es el caso de la mayoría de los cometas. Con el albedo típico del 5% para un asteroide, el diámetro de 3I/ATLAS necesita ser de 20 kilómetros para dar cuenta de su brillo. Pero como se argumenta en mi primer artículo sobre él, el reservorio de material rocoso en el espacio interestelar muestra que solo puede vemos una roca de 20 kilómetros una vez cada 10.000 años.

 La posibilidad alternativa de que 3I/ATLAS sea un objeto tecnológico que se dirige al sistema solar interior explica su trayectoria retrógrada alineada con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol (probabilidad del 0,2%), y su momento de llegada perfectamente ajustado a un encuentro cercano con Marte, Venus y Júpiter (con una probabilidad del 0,0005%). Como expliqué en un ensayo reciente, la columna de polvo compacta que precede a 3I/ATLAS puede ser suministrada durante seis meses por una capa de un milímetro de grosor de un objeto de 20 kilómetros. Tal capa fina podría haber sido suciedad que se acumuló en la superficie sólida de 3I/ATLAS después de que fuese bombardeado por gas y polvo interestelar durante su viaje interestelar.

Con eso quiero decir que una inteligencia alienígena envió un objeto anómalo hacia el sistema solar interior para probar el nivel de inteligencia humana. Si los expertos terrestres en cometas insisten en que un origen tecnológico de 3I/ATLAS es “disparate sobre zancos, y es un insulto al emocionante trabajo en curso para entender este objeto”," como argumentó el profesor Chris Lintott de la Universidad de Oxford el mes pasado, entonces los evaluadores pueden concluir justificadamente que los humanos fallaron la prueba y no merecen un estatus alto en la clase de civilizaciones inteligentes dentro de la galaxia Vía Láctea.

 Como sugerí recientemente en un ensayo, una manera de averiguar si 3I/ATLAS es tecnológico sería enviarle un mensaje. Cuando un periodista me preguntó ayer qué mensaje deberíamos enviar a 3I/ATLAS en caso de que albergue inteligencia, sugerí: "¡Hola, bienvenido a nuestro vecindario. ¡Paz!" A la BBC le encantó esta respuesta y me llamó para una entrevista de seguimiento.

 El 3I/ATLAS es una cita a ciegas de proporciones interestelares. Como optimista, prefiero aproximarme a él con una mentalidad positiva. Cómo seguiríamos el saludo inicial con inteligencia alienígena dependería de los datos que recojamos. Después de confirmar que un objeto interestelar es definitivamente tecnológico y, por tanto, se clasifica con `10' en la escala de Loeb, una organización internacional de políticos necesitará decidir cómo manejar la situación.

 El reto se asemeja a cómo una familia elige dar una respuesta adecuada a un visitante que apareció sin avisar en el patio trasero. La respuesta debe ser pronta si el visitante se aproxima a la puerta principal.

 ¿Sería un encuentro alienígena hostil o amistoso? Es difícil saberlo, ya que las incertidumbres son mayores que con otros riesgos existenciales, como la inteligencia artificial, el cambio climático global o el impacto de asteroides. Esperemos que la humanidad aprenda a evolucionar a un nivel superior de inteligencia siguiendo sus Pruebas de Turing interestelares.


viernes, 22 de agosto de 2025

UN HORROR COMETARIO: CALTIKI (1959)

 

“Caltiki” es una película fantástica italiana que narra una expedición a un antiguo asentamiento maya, en la que encuentran una cueva repleta de tesoros procedentes de ofrendas. Las ofrendas eran a una supuesta divinidad maya, que en realidad es un gigantesco animal parecido a una ameba, que termina comiéndose a varios. Los exploradores huyen a la ciudad de México, tras destruir con una gigantesca explosión a la masa amorfa que devora todo a su paso (no es casual que el año anterior se haya estrenado con mucho éxito “The blob”, o “La mancha voraz”). El problema es que llevan una muestra para estudiar a la extraña bestia unicelular, pero descubren que crece con la radiación.



Para colmo de males, los científicos descubren que un cometa que se acerca cada 850 años a la Tierra está por volver. Según la trama el último paso habría coincidido con el derrumbe de la civilización maya, que habría sido causado por el cometa influyendo sobre la Caltiki (pero los cometas no emiten radiación, bueno, no importa). Lo cierto es que el desastre empieza con el cometa haciendo crecer a Caltiki y amenazando nuevamente a la civilización. Gran película, muy entretenida, más allá de lo inverosímil y la falta de recursos (que nunca es excusa para hacer una mala película, esta es una gran película hecha con pocos recursos). Merece ser vista.



jueves, 21 de agosto de 2025

¿Puede ser un motor? El objeto interestelar 3I/Atlas puede estar emitiendo luz de una fuente artificial Por Avi Loeb

 

¿Puede ser un motor?

El objeto interestelar 3I/Atlas puede estar emitiendo luz de una fuente artificial

El astrofísico Avi Loeb analiza la última información sobre 3I/Atlas y teoriza sobre el origen de su brillo, nunca antes observado en ningún objeto del sistema solar

Por Avi Loeb

La mejor imagen que tenemos hasta ahora del nuevo objeto interestelar 3I/Atlas fue obtenida por el Telescopio Espacial Hubble el 21 de julio de 2025. La imagen muestra un resplandor luminoso, probablemente procedente de una coma, por delante del movimiento de 3I/ATLAS hacia el Sol. No hay evidencia de una cola cometaria brillante en dirección opuesta. Este resplandor fue interpretado como evaporación de polvo desde el lado de 3I/ATLAS orientado hacia el Sol.

 

La figura 3 del artículo de análisis muestra un perfil pronunciado de brillo superficial del resplandor con una pendiente de ley de potencias proyectada de -3, lo que implica un perfil de emisividad tridimensional con una pendiente radial de ley de potencias de -4. Tal pendiente es más pronunciada que la observada en cometas del sistema solar. Junto con mi brillante colega Eric Keto, nos dimos cuenta de que la pendiente observada de -4 es coherente con un modelo alternativo en el que el flujo de polvo alrededor de 3I/ATLAS está iluminado por una fuente central. Este modelo explica de forma natural el perfil pronunciado de brillo, ya que la pendiente de densidad del flujo de -2 va acompañada por el descenso radial del flujo de radiación iluminadora con una pendiente descendente adicional de -2.

Si 3I/ATLAS genera su propia luz, entonces podría ser mucho más pequeño de lo esperado según un modelo en el que refleje luz solar. El modelo de reflexión requiere un diámetro de hasta 20 kilómetros, lo cual es insostenible dado que el reservorio limitado de material rocoso en el espacio interestelar solo puede proporcionar una roca gigantesca así una vez cada 10.000 años o más.

 Anoche celebramos el partido anual de fútbol entre el profesorado y los estudiantes en el Instituto de Teoría y Computación de Harvard, del cual soy director. Aunque marqué 2 goles para el equipo del profesorado, los estudiantes ganaron 3 a 2. Decepcionado por el resultado, me centré en 3I/ATLAS en cuanto me desperté a la mañana siguiente.

Imagen del Hubble de 3I/ATLAS. (NASA-ESA)

Primero, calculé que la luminosidad de 3I/ATLAS debe ser del orden de 10 gigavatios. Segundo, me di cuenta de que el perfil pronunciado de brillo alrededor de 3I/ATLAS implica que el núcleo domina la luz observada. Esto debe mantenerse independientemente del origen de la luz. En otras palabras, el núcleo domina sobre la emisión del resplandor que lo rodea.

 La iluminación por luz solar no puede explicar el perfil pronunciado 1/R⁴ de luz dispersada, donde R es la distancia radial desde el núcleo. Esto se debe a que un flujo constante de polvo desarrolla un perfil 1/R² que dispersa la luz solar dentro del mismo perfil de emisividad. La luz solar dominaría la iluminación en este modelo porque un núcleo rocoso reflejaría solo una pequeña fracción de la intensidad solar desde un área mucho menor que la región de 10.000 kilómetros resuelta en la imagen del Telescopio Espacial Hubble. Otra posibilidad para el perfil pronunciado de brillo es que el halo de dispersión esté hecho de partículas heladas que se evaporan mientras se mueven hacia el Sol desde el lado cálido de 3I/ATLAS orientado hacia el Sol. Esto explicaría por qué no hay cola de estas partículas dispersoras. El tiempo de evaporación requerido debe ser del orden de 10 minutos, pero no está claro si esto conduciría al perfil de brillo 1/R⁴ observado.

Brillo superficial en función de la distancia angular desde el núcleo de 3I/ATLAS en la imagen del Telescopio Espacial Hubble.

La interpretación más sencilla es que el núcleo de 3I/ATLAS produce la mayor parte de la luz. Calculé que el núcleo no puede ser un emisor térmico con una temperatura superficial efectiva por debajo de 1.000 grados Kelvin, o de lo contrario su longitud de onda de emisión máxima habría sido superior a 3 micrómetros con un corte exponencial en longitudes de onda más cortas, incompatible con los datos. A temperaturas efectivas más altas, la luminosidad requerida de 3I/ATLAS puede obtenerse de una fuente con diámetro inferior a 100 metros. Un emisor compacto y brillante haría que 3I/ATLAS fuese de tamaño comparable a los objetos interestelares anteriores 1I/Oumuamua o 2I/Borisov lo que tiene más sentido que el tamaño de 20 kilómetros inferido en el modelo donde refleja luz solar.

¿Qué podría constituir la fuente de luz requerida?

Primero calculé que un agujero negro primordial con una temperatura de Hawking de 1.000 grados Kelvin produciría solo 20 nanovatios de potencia, claramente insuficiente para alimentar 3I/ATLAS. Una fuente nuclear natural podría ser un fragmento raro del núcleo de una supernova cercana que sea rico en material radiactivo. Esta posibilidad es altamente improbable, dado el escaso reservorio de elementos radiactivos en el espacio interestelar.

 Alternativamente, 3I/ATLAS podría ser una nave espacial alimentada por energía nuclear, y el polvo emitido desde su superficie frontal podría proceder de suciedad que se acumuló en su superficie durante su viaje interestelar. Esto no puede descartarse, pero requiere mejores evidencias para ser viable.

 Insistiendo en que 3I/ATLAS sea un objeto natural, uno podría considerar el caso hipotético de un objeto calentado por fricción con un medio ambiente. En este caso, el flujo de momento del polvo que sale del objeto debe exceder el flujo de momento del medio ambiente en el marco de reposo del objeto, la llamada presión dinámica ambiental. De lo contrario, el flujo de polvo sería suprimido por el medio ambiente. ¿A qué se reduce esta condición?

Dados la tasa de pérdida de masa (6-60 kilogramos por segundo) y la velocidad de eyección del polvo (20-2 kilómetros por segundo) que se infirieron de la imagen del Telescopio Espacial Hubble, calculé que este modelo queda marginalmente descartado. Además, la densidad del medio ambiente requerida es mayor por muchos órdenes de magnitud que la densidad de masa del gas y polvo a través del cual 3I/ATLAS está viajando mientras atraviesa el cinturón principal de asteroides.

 Esto nos deja con la interpretación del perfil de brillo alrededor de 3I/ATLAS como originario de una fuente central de luz. Su posible origen tecnológico está respaldado por su trayectoria finamente ajustada.

 Se espera que el nuevo objeto interestelar pase a una distancia de 28,96 (+/-0,06) millones de kilómetros de Marte el 3 de octubre de 2025. Esto ofrecería una excelente oportunidad para observar 3I/ATLAS con la cámara HiRISE cerca de Marte, uno de los seis instrumentos a bordo del Orbitador de Reconocimiento de Marte. Esta mañana, animé al equipo de HiRISE a usar su cámara durante la primera semana de octubre de 2025 para reunir nuevos datos sobre 3I/ATLAS. Respondieron favorablemente. Sería desafiante observar 3I/ATLAS desde la Tierra aproximadamente en la misma época debido a la proximidad de 3I/ATLAS en nuestro cielo a la dirección del Sol. Cuantos más datos recopilemos sobre 3I/ATLAS, más cerca estaremos de comprender su naturaleza.

Fuente:

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2025-08-19/3i-atlas-luz-artificial-nave-interestelar_4192966/

martes, 12 de agosto de 2025

VIGILANCIA DE LA TIERRA POR “COMETAS OSCUROS”

 

Por Avi Loeb

 



Dos poblaciones de "cometas oscuros" recién descubiertas cerca de la órbita terrestre, en azul. (Crédito de la imagen: Seligman et al., 2024)

Un pequeño salto que se aleja de la atracción gravitatoria de un objeto rocoso alcanza una altura sobre la superficie inversamente proporcional al radio global del objeto.

El radio promedio de la Tierra es de 6371 kilómetros. Un salto ascendente de veinte centímetros desde la superficie terrestre requiere una velocidad inicial de 2 metros por segundo, fácilmente alcanzada por los músculos de las piernas de un ser humano. El mismo salto llevaría a un astronauta a una altura de 250 metros sobre la superficie de un objeto como el impactador de Chicxulub, de 5 kilómetros de radio, que exterminó a todos los dinosaurios no aviares de la Tierra hace 66 millones de años. Ese salto permitiría al astronauta escapar de la atracción gravitatoria de cualquier objeto sólido con un radio inferior a 1,5 kilómetros, un orden de magnitud superior al tamaño del objeto interestelar anómalo `Oumuamua. Un astronauta que viaja en objetos de tamaño inferior a un kilómetro puede despegar utilizando los músculos de las piernas sin necesidad de propulsión por cohete. No se necesita una nave espacial en una roca de escala kilométrica.

Hay alrededor de diez millones de asteroides con un radio del orden de un kilómetro en el cinturón principal de asteroides. Las grandes ciudades albergan a decenas de miles de personas por kilómetro cuadrado. Si cada asteroide de escala kilométrica albergara un porcentaje de esa densidad de población, toda la humanidad podría haber estado alojada en el cinturón de asteroides. Esto corresponde a que cada persona viva en una propiedad de 10½ pies cuadrados, mucho más grande que la que posee la mayoría de las personas en la Tierra. La población de asteroides de radio kilométrico asciende a diez millonésimas de la masa de la Tierra, pero su superficie acumulada es similar a la superficie terrestre porque los objetos más pequeños tienen una mayor relación superficie-volumen.

En los próximos miles de millones de años, cuando el Sol aumente su brillo según su predecible evolución, los humanos podrían optar por residir en asteroides del cinturón principal, que está más lejos del Sol, como los asientos del carrusel en un parque de atracciones, a las distancias óptimas de la fuente de calor central. Para que el viaje sea placentero, cada asteroide podría estar equipado con cinturones de seguridad, parasoles para proteger a los pasajeros del viento solar y la luz ultravioleta, y fuentes de agua que conviertan los depósitos de hielo de la superficie del asteroide en agua potable. El viaje podría ser aún más placentero en cabinas subterráneas presurizadas con una composición, temperatura y densidad del aire similares a la atmósfera terrestre. Por una remuneración adecuada, el hábitat podría ofrecer espacios lujosos con instalaciones de comida, cocina y baño. Equipos de construcción de robots con inteligencia artificial prepararán los espacios antes de que estén listos para el uso humano.

Los objetos cercanos a la Tierra podrían estar equipados con telescopios que permitan obtener hermosas vistas de la Tierra durante los breves periodos de paso cerca del hogar tradicional de la humanidad.

Además de esta visión futurista de los bienes raíces, cabe imaginar que extraterrestres avanzados podrían ya haber procesado objetos cercanos a la Tierra para su servicio. Al igual que el globo espía chino que monitoreó Norteamérica a principios de 2023, una civilización extraterrestre podría desear monitorizar la Tierra desde puestos de vigilancia flotantes en el Sistema Solar. En lugar de usar drones habituales sobre un estado como Nueva Jersey, que ofrece paisajes monótonos, podrían haber instalado equipos de vigilancia más sofisticados en objetos cercanos a la Tierra (NEOs) que los astrónomos confundirían con rocas naturales. Equipar algunos de estos puestos con propulsión y capacidades de corrección de rumbo mínimas haría que los astrónomos clasificaran estos objetos como "cometas oscuros" basándose en su aceleración no gravitacional sin cola cometaria.

El mes pasado, los astrónomos informaron del descubrimiento de una población de objetos cercanos a la Tierra que parecen "cometas oscuros", mostrando aceleración no gravitacional y sin signos de evaporación cometaria. Se dividen en dos clases distintas: una población mayor de objetos externos en órbitas excéntricas alrededor del Sol, y una población menor de objetos internos en órbitas casi circulares. ¿Podría alguno de estos "cometas oscuros" ser de origen artificial? Los datos futuros del telescopio Webb o del Observatorio Rubin podrían revelar su naturaleza. Los recién descubiertos "cometas oscuros" cercanos a la Tierra tienen radios que varían de decenas de metros a cinco kilómetros, lo que les permite servir como naves nodriza con fácil liberación de pequeñas sondas debido a su débil gravedad. La liberación de pequeñas sondas puede programarse en el punto adecuado de sus trayectorias para entregarlas a la Tierra. Si los dispositivos liberados están equipados con un sistema de propulsión, pueden evitar la formación de una bola de fuego al atravesar la atmósfera terrestre. De lo contrario, serían catalogados como meteoritos comunes y cualquier residuo tecnológico que sobreviviera a su impacto sería interpretado como basura espacial creada por el hombre por la mayoría de los cazadores de meteoritos.

A medida que los robots comiencen a explorar objetos en el cinturón de asteroides, podrían descubrir que  algunos de ellos son sitios arqueológicos, en caso de que fueran utilizados por civilizaciones extraterrestres durante miles de millones de años antes de la llegada de los humanos a la Tierra. Cualquier sistema de vigilancia que haya monitoreado la Tierra durante el primer 99,9 % de su historia no encontró rastros de humanos. Se podría argumentar que incluso si los extraterrestres monitorearan la Tierra ahora, se habrían decepcionado por el nivel de inteligencia que encuentren. Sin embargo, si alguna vez decidimos invertir más fondos en la exploración de "cometas oscuros" u objetos interestelares anómalos como 'Oumuamua que en presupuestos militares en la superficie de la roca en la que nacimos, podríamos descubrir una pantalla digital que diga: "Bienvenido al club de las civilizaciones inteligentes".

Traducción de:

https://avi-loeb.medium.com/surveillance-of-earth-by-dark-comets-06b5c35d4b6c

lunes, 11 de agosto de 2025

EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE OBSERVA EL COMETA INTERESTELAR 3I/ATLAS

 


Las imágenes se obtuvieron cuando el segundo cometa interestelar confirmado se encontraba a unas 3.8 UA de su perihelio. Los últimos análisis (de acuerdo con su brillo) estiman un núcleo pequeño, de menos de 2.8 km. Otros datos recientes sobre el cometa de moda indican que se ha detectado agua en su coma, que viaja muy rápido (209.000 kilómetros por hora) y que más del 20 % de su superficie está activa, lo que supera los niveles de actividad observados en la mayoría de los cometas del Sistema Solar (a distancias superiores a 3 UA). Además, la falta de cianógeno indica que es distinto a los cometas de nuestro Sistema Solar, se habría formado en un entorno de baja metalicidad a partir de planetesimales en las etapas tempranas de formación de su sistema estelar de origen.


jueves, 7 de agosto de 2025

"`Oumuamua no era un iceberg de hidrógeno y agua" por Avi Loeb

 Traducción de: https://avi-loeb.medium.com/oumuamua-was-not-a-hydrogen-water-iceberg-1dd2f7a6107f

 

Figura de Hoang y Loeb (2023). Panel izquierdo: comparación de las tasas de calentamiento y enfriamiento cuando el objeto se encuentra a 1,4 veces la separación de la Tierra del Sol. El enfriamiento evaporativo por H₂ predomina sobre el enfriamiento radiativo. Panel derecho: Temperatura superficial a diferentes distancias, calculada para el caso con y sin enfriamiento evaporativo. Se muestran diferentes proporciones de hidrógeno molecular y agua. En resumen, el enfriamiento evaporativo por hidrógeno molecular disminuye la temperatura superficial en un orden de magnitud.

En un nuevo artículo que presenté esta mañana para su publicación en colaboración con Thiem Hoang, demostramos que el artículo publicado hoy en Nature por Jennifer Bergner y Darryl Seligman calculó erróneamente la temperatura superficial de `Oumuamua. Bergner y Seligman sugirieron que la peculiar aceleración de `Oumuamua puede explicarse si estaba compuesto de hielo de agua, parcialmente disociado en hidrógeno por los rayos cósmicos en el espacio interestelar. Sin embargo, su cálculo de la temperatura superficial cerca del Sol ignoró el crucial efecto de enfriamiento de la evaporación del hidrógeno. Al añadir el enfriamiento por evaporación del hidrógeno, nuestro nuevo artículo muestra que la temperatura superficial del iceberg se reduce en un orden de magnitud.

El cálculo correcto de la temperatura superficial es sencillo. Equilibra el calentamiento por la luz solar con el enfriamiento radiativo de la superficie y las pérdidas adicionales derivadas de la energía invertida en el desprendimiento de átomos de hidrógeno de la red. Este último componente se omitió en el modelo térmico presentado por Bergner y Seligman en su sección "Métodos", lo que provocó una sobreestimación de la temperatura superficial por un factor de 9.

Como resultado de la disminución de la temperatura superficial, la velocidad térmica de la desgasificación del hidrógeno se reduce por un factor de 3. El modelo original requería que aproximadamente un tercio de los átomos de hidrógeno se separaran del agua mediante rayos cósmicos, por lo que el nuevo resultado requiere que todo el hidrógeno se separe del agua. Esto hace que el modelo sea insostenible, ya que una superficie completamente de hidrógeno se asemeja al modelo de iceberg de hidrógeno propuesto en un artículo anterior de 2020 por Darryl Seligman. Siguiendo esta propuesta original, escribí un artículo con Thiem Hoang, que demostraba que el calentamiento por la luz estelar interestelar destruiría rápidamente las capas de hidrógeno puro, impidiéndoles llegar al sistema solar como lo hizo `Oumuamua.

Además, la menor temperatura superficial limita aún más el recocido térmico del hielo de agua, un proceso clave al que Bergner y Seligman apelan como mecanismo para la liberación de hidrógeno molecular.

Para entonces, el artículo de Nature había sido celebrado por periodistas científicos de todo el mundo. Cuando informé a uno de ellos sobre el error de cálculo de la temperatura esta mañana, me dijo que su revista no publicaría una corrección a su informe original para "no confundir a los lectores". Esta respuesta es apropiada para asuntos políticos, cuando la verdad no es fácil de discernir y múltiples opiniones son igualmente válidas. Sin embargo, la ventaja de la ciencia es que se puede demostrar la exactitud o inexactitud de un cálculo, y el juramento de los periodistas científicos debería ser el de adherirse a la divulgación completa de la verdad científica.

Esta es la verdad pura, según la definición de la Enciclopedia Británica: «Un cometa es un cuerpo pequeño que orbita alrededor del Sol, con una fracción sustancial de su composición compuesta por hielos volátiles. Cuando un cometa se acerca al Sol, los hielos se subliman (pasan directamente del estado sólido al gaseoso) y forman, junto con las partículas de polvo arrastradas, una atmósfera brillante que emana alrededor del núcleo del cometa, conocida como coma. A medida que el polvo y el gas de la coma fluyen libremente hacia el espacio, el cometa forma dos colas: una compuesta de moléculas ionizadas y radicales, y otra de polvo. La palabra cometa proviene del griego κομητης (kometes), que significa «de pelo largo». De hecho, la apariencia de la coma brillante constituye la prueba observacional estándar para determinar si un objeto recién descubierto es un cometa o un asteroide». La coma de miles de cometas del sistema solar siempre fue visible. Sin embargo, el primer objeto interestelar reportado no mostró coma. Esto impide que `Oumuamua sea un iceberg de agua genérico, ya que los cometas de largo período de la nube de Oort del sistema solar también están expuestos al mismo entorno de rayos cósmicos interestelares.

Durante el primer año tras el descubrimiento de `Oumuamua, la mayoría de los artículos científicos sobre él argumentaban que este objeto era extraño, a diferencia de los asteroides o cometas observados anteriormente en el sistema solar. Sin embargo, después de que propusiera la posibilidad de que `Oumuamua fuera de origen artificial, varios artículos de expertos insistieron en que `Oumuamua era un objeto genérico de origen natural. En el artículo recién publicado en Nature, los expertos discreparon sobre qué podría ser este objeto genérico: un iceberg de hidrógeno, un iceberg de nitrógeno, una nube de polvo o un iceberg de hidrógeno y agua. Un coautor de un elaborado artículo de revisión sobre `Oumuamua me comentó el año pasado que cree que `Oumuamua en realidad tenía una cola cometaria cuando no lo observábamos, pero no la mostraba cuando sí lo observábamos. Esto es como decir que un elefante es una cebra común que solo muestra sus rayas cuando apartamos la vista.

Un "cometa oscuro" es una contradicción, ya que se observó que todos los cometas conocidos tenían una cola cometaria visible de gas y polvo. `Oumuamua no mostró rastros de moléculas de carbono ni polvo, según las observaciones profundas del Telescopio Espacial Spitzer. Tampoco mostró la vibración de los chorros como resultado de la sublimación desigual del hielo en su superficie, ni una evolución sustancial en su período de rotación, como suele observarse en los cometas en evaporación.

Incluir las otras anomalías de `Oumuamua, como su forma extremadamente alargada pero plana, requiere una historia compleja para que sea un cometa común. Esto es particularmente cierto, dado que el cometa interestelar 2I/Borisov, descubierto dos años después, se parecía a los conocidos cometas del sistema solar. Cuando "el emperador está desnudo", más vale que lo admitamos. De lo contrario, proclamaríamos al mundo entero que hemos perdido la curiosidad infantil.

sábado, 2 de agosto de 2025

COMETA INTERESTELAR 3I/ATLAS: LO QUE SABEMOS AHORA

 Por: David L. Chandler

Las observaciones han revelado la coma difusa del cometa, han insinuado una cola extraña y han sugerido una historia antigua. Además, algunas misiones podrían seguir observando el cometa interestelar cuando se esconde tras el Sol.

Los telescopios en la Tierra y sobre ella tienen la vista puesta en el tercer objeto interestelar jamás visto dentro de nuestro sistema solar, el cometa 3I/ATLAS. Telescopios como el Observatorio Vera C. Rubin de 8,4 metros, el Very Large Telescope y el telescopio Gemini Sur ya han dedicado tiempo al objeto. La semana pasada, el telescopio espacial Hubble se unió a la misión, y se espera que el telescopio espacial James Webb lo haga en los próximos días. Este inusual cometa es el segundo cometa extrasolar jamás observado, después del cometa 2I/Borisov, descubierto en 2019. (El primer objeto interestelar, 1I/‘Oumuamua, no parecía ser un cometa). 3I/ATLAS se desplaza por el sistema solar a una velocidad mucho mayor que cualquiera de los objetos interestelares anteriores y, a diferencia de ellos, sigue una trayectoria muy cercana a la eclíptica, con una inclinación inferior a 5° respecto al plano de los planetas del sistema solar.

Las últimas imágenes de Rubin, tomadas incluso antes del anuncio del descubrimiento, parecen confirmar que el objeto es un cometa, con una tenue pelusa de polvo a su alrededor, conocida como coma. Varios observadores también han identificado una tenue cola similar a la de un cometa. La coma

Bryce Bolin (Eureka Scientific), autor principal de uno de los primeros artículos que detalla lo que sabemos sobre 3I/ATLAS, tras su descubrimiento por Larry Denneau (Universidad de Hawái), ha estado observando el objeto con múltiples telescopios, incluyendo el Observatorio Palomar.

"Pudimos determinar que el cometa tenía una coma de unos dos o tres segundos de arco de ancho", afirma Bolin. Algunos observadores cuestionaron si estas imágenes mostraban una verdadera coma o simplemente una mancha debido al movimiento del objeto, pero un nuevo artículo, publicado la semana pasada en el servidor de preimpresiones de astronomía arXiv por Colin Chandler (Universidad de Washington) y colaboradores, llegó a una conclusión similar utilizando las observaciones del Observatorio Rubin.


Imagen de alta resolución del visitante interestelar 3I/ATLAS, captada por el observatorio Vera Rubin el 3 de julio.

C.O. Chandler et al. El equipo de Rubin se dio cuenta de que su telescopio, sin saberlo, había fotografiado el objeto desde 10 días antes de su descubrimiento. A partir de más de 100 imágenes tomadas durante las dos semanas siguientes, los investigadores descubrieron que la coma aparente creció ligeramente durante ese período. El equipo estimó, a partir de estas imágenes, que el núcleo se extiende como máximo 11,4 km (7 millas).

Aunque no existe una estimación formal del tamaño en el artículo anterior de Bolin et al., Bolin afirma que estima que es aún menor, en el rango de 0,5 a 1 km. La estimación de tamaño más pequeña del equipo de Bolin es consistente con las predicciones realizadas por Avi Loeb (Universidad de Harvard), basadas en las estadísticas de objetos interestelares observados hasta la fecha. Si 3I/ATLAS fuera mucho más grande, argumentó Loeb, eso implicaría una población mucho mayor de cometas interestelares más pequeños, que ya deberían haberse observado si existieran.

La Cola

Las observaciones de Rubin también muestran indicios de una cola de polvo, pero curiosamente, esta elongación apunta directamente hacia el Sol. Normalmente, el empuje de la radiación solar desplaza el polvo en las colas de los cometas, alejándolo del Sol. Bolin sugiere que esto podría indicar que se están expulsando partículas masivas en dirección solar, y que son demasiado pesadas para ser expulsadas por la radiación solar a la distancia que el cometa se encuentra del Sol, por lo que continúan avanzando ligeramente hacia él.

El origen

El origen del cometa 3I/ATLAS sigue siendo un misterio. Sin embargo, un nuevo análisis realizado por Matthew Hopkins (Universidad de Oxford, Reino Unido) y sus colegas sugiere que el objeto podría provenir del disco grueso de la Vía Láctea, el disco vertical de estrellas más antiguas de nuestra galaxia.

El equipo de Hopkins llega a esta conclusión comparando la pronunciada trayectoria de entrada con las órbitas esperadas de los objetos interestelares en la Vía Láctea. Si el hallazgo resulta ser cierto, convertiría al 3I/ATLAS en el cometa más antiguo jamás observado, con hasta 7 mil millones de años, incluso más antiguo que el propio sistema solar.

La Trayectoria



El cometa interestelar 3I/ATLAS sigue una órbita hiperbólica abierta. Esta vista desde arriba del plano del sistema solar muestra los pasos relativamente cercanos del cometa a medida que viaja a través del sistema solar interior.

JPL HORIZONS, con aportaciones de Bob King

A medida que el cometa 3I/ATLAS continúa su trayectoria, pasará relativamente cerca de Júpiter (0,36 ua), Marte (1,5 ua) y Venus (0,7 ua), pero su aproximación más cercana a la Tierra a finales de este año será más lejana, a 1,8 ua. Por lo tanto, será relativamente débil en nuestros cielos en diciembre.

Además, cuando el cometa alcance su aproximación más cercana al Sol, o perihelio, estará casi directamente detrás del Sol visto desde la Tierra. Esto impedirá las observaciones terrestres justo cuando podría estar ocurriendo un comportamiento interesante. Por ejemplo, el cometa 2I/Borisov desprendió un pequeño fragmento aproximadamente en el momento de su perihelio. Esta fragmentación alrededor del perihelio no es infrecuente en los cometas.

Pero aunque el cometa permanecerá oculto a la vista de la Tierra durante el perihelio (ni siquiera los telescopios espaciales Hubble y Webb podrán apuntar cerca de él durante ese período debido a su proximidad al resplandor del Sol), otras naves espaciales podrían cubrir la brecha.

Capturando el cometa en el perihelio

Marshall Eubanks (Space Initiatives Inc.) ha calculado que varias naves espaciales interplanetarias, así como orbitadores o rovers de Marte, podrían tener una visión clara de 3I/ATLAS mientras esté fuera del campo de visión de la Tierra. Se ha estado comunicando con miembros de los equipos que gestionan estas misiones.



Concepto artístico del Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), actualmente en camino hacia el planeta gigante. Podría potencialmente girar para observar el cometa interestelar, pero tal cambio en el plan de la misión no es trivial. ESA / AOES

Los dos mejores candidatos, según Eubanks a Sky & Telescope, son el Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE) y Psyche, que se dirige al asteroide del mismo nombre. JUICE, afirma, "ofrecerá una vista maravillosa de 3I" desde menos de un tercio de unidad astronómica (UA) de distancia (unas 10 veces más cerca que la distancia del cometa a la Tierra en ese momento), y cuenta con instrumentos que podrían realizar observaciones útiles. Sin embargo, realizar un cambio repentino en una misión tan costosa, que ha llevado muchos años de planificación y desarrollo, no es nada trivial. Cualquier cambio debería desarrollarse con cuidado para evitar poner en peligro la misión principal, y el equipo aún no ha tomado ninguna decisión.

Psyche estará igualmente bien ubicado, a unas 0,4 UA de 3I/ATLAS. Sin embargo, está propulsado constantemente por su motor iónico, lo que podría dificultar la observación del cometa. Los observadores robóticos en Marte o sus alrededores podrían tener más facilidad para realizar los ajustes necesarios para realizar observaciones útiles, afirma Eubanks.

De una forma u otra, sería útil contar con cobertura observacional de todo el recorrido del cometa por el sistema solar. Los astrónomos aún lamentan que las observaciones de los dos objetos interestelares anteriores fueran tan limitadas, ya que sus descubrimientos se produjeron relativamente tarde en sus pasos por el sistema solar.

Esta vez, la cobertura continua podría capturar actividades inusuales, como la fragmentación. Como afirma Eubanks, «sería muy útil poder observar eso en tiempo real, en lugar de simplemente intentar adivinar qué sucedió después».

Traducción de:

https://skyandtelescope.org/astronomy-news/interstellar-comet-3i-atlas-what-we-know-now/?utm_source=cc&utm_medium=newsletter


miércoles, 30 de julio de 2025

El origen de los cometas oscuros

 Por Keith Cowing

 


Cometa oscuro — NASA

Hasta el 60% de los objetos cercanos a la Tierra podrían ser cometas oscuros, asteroides misteriosos que orbitan alrededor del Sol en nuestro sistema solar y que probablemente contienen o contuvieron hielo, y que podrían haber sido una vía para el transporte de agua a la Tierra, según un estudio de la Universidad de Michigan.

Los hallazgos sugieren que los asteroides del cinturón de asteroides, una región del sistema solar ubicada aproximadamente entre Júpiter y Marte, que contiene gran parte de los asteroides rocosos del sistema, tienen hielo subsuperficial, algo que se sospecha desde la década de 1980, según Aster Taylor, estudiante de posgrado en astronomía de la U-M y autor principal del estudio.

El estudio también muestra una posible vía para el transporte de hielo al sistema solar cercano a la Tierra, según Taylor. Cómo la Tierra obtuvo su agua es una incógnita desde hace tiempo. “No sabemos si estos cometas oscuros trajeron agua a la Tierra. No podemos afirmarlo. Pero sí podemos afirmar que aún existe debate sobre cómo llegó exactamente el agua de la Tierra”, dijo Taylor. “El trabajo que hemos realizado ha demostrado que esta es otra vía para que el hielo, proveniente de algún lugar del resto del sistema solar, llegue al entorno terrestre”.

La investigación sugiere además que un objeto de gran tamaño podría provenir de los cometas de la familia Júpiter, cometas cuyas órbitas los acercan al planeta Júpiter. Los resultados del equipo se publican en la revista Icarus.

Los cometas oscuros son un misterio porque combinan características tanto de asteroides como de cometas. Los asteroides son cuerpos rocosos sin hielo que orbitan más cerca del Sol, generalmente dentro de lo que se denomina la línea de hielo. Esto significa que están lo suficientemente cerca del Sol como para que el hielo que el asteroide pudiera haber transportado se sublime, es decir, se transforme de hielo sólido directamente en gas.

Los cometas son cuerpos helados que muestran una coma difusa, una nube que a menudo rodea a un cometa. El hielo sublimado arrastra polvo, creando la nube. Además, los cometas suelen presentar ligeras aceleraciones impulsadas no por la gravedad, sino por la sublimación del hielo, llamadas aceleraciones no gravitacionales.

El estudio examinó siete cometas oscuros y estimó que entre el 0,5 % y el 60 % de todos los objetos cercanos a la Tierra podrían ser cometas oscuros, que no tienen comas, pero sí aceleraciones no gravitacionales. Los investigadores también sugieren que estos cometas oscuros probablemente provienen del cinturón de asteroides, y dado que estos cometas oscuros tienen aceleraciones no gravitacionales, los hallazgos del estudio sugieren que los asteroides en el cinturón de asteroides contienen hielo.

"Creemos que estos objetos provienen del cinturón de asteroides principal, tanto interior como exterior, lo que implica que este es otro mecanismo para la introducción de hielo en el sistema solar interior", afirmó Taylor. "Podría haber más hielo en el cinturón principal interior del que pensábamos. Podría haber más objetos como este en el exterior. Podría representar una fracción significativa de la población más cercana. No lo sabemos con certeza, pero estos hallazgos nos plantean muchas más preguntas". En un trabajo previo, un equipo de investigadores, entre ellos Taylor, identificó aceleraciones no gravitacionales en un conjunto de objetos cercanos a la Tierra, denominándolos "cometas oscuros". Determinaron que las aceleraciones no gravitacionales de los cometas oscuros probablemente se deban a pequeñas cantidades de hielo sublimado.

En el trabajo actual, Taylor y sus colegas buscaban descubrir el origen de los cometas oscuros.

"Los objetos cercanos a la Tierra no permanecen en sus órbitas actuales durante mucho tiempo debido a la inestabilidad del entorno cercano a la Tierra", explicaron. "Solo permanecen en el entorno cercano a la Tierra unos 10 millones de años. Dado que el sistema solar es mucho más antiguo, esto significa que los objetos cercanos a la Tierra provienen de algún lugar; que constantemente recibimos objetos cercanos a la Tierra de otra fuente mucho mayor".

Para determinar el origen de esta población de cometas oscuros, Taylor y sus coautores crearon modelos dinámicos que asignaron aceleraciones no gravitacionales a objetos de diferentes poblaciones. Luego, modelaron la trayectoria que seguirían estos objetos dadas las aceleraciones no gravitacionales asignadas durante un período de 100.000 años. Los investigadores observaron que muchos de estos objetos terminaron donde se encuentran hoy los cometas oscuros y descubrieron que, de todas las fuentes potenciales, el cinturón principal de asteroides es el lugar de origen más probable.

Uno de los cometas oscuros, llamado 2003 RM, que pasa en una órbita elíptica cerca de la Tierra, luego se dirige hacia Júpiter y regresa pasando la Tierra, sigue la misma trayectoria que se esperaría de un cometa de la familia Júpiter, afirma Taylor; es decir, su posición es consistente con la de un cometa que fue expulsado de su órbita.

Mientras tanto, el estudio concluye que el resto de los cometas oscuros probablemente provenían de la banda interior del cinturón de asteroides. Dado que los cometas oscuros probablemente contienen hielo, esto demuestra que hay hielo presente en el cinturón principal interior.

Luego, los investigadores aplicaron una teoría previamente sugerida a su población de cometas oscuros para determinar por qué los objetos son tan pequeños y giran tan rápido. Los cometas son estructuras rocosas unidas por hielo; imaginen un cubo de hielo sucio, dice Taylor. Al chocar contra la línea de hielo del sistema solar, este comienza a liberar gas. Esto provoca la aceleración del objeto, pero también puede hacer que gire bastante rápido, lo suficientemente rápido como para que se rompa.

"Estos fragmentos también tendrán hielo, por lo que girarán cada vez más rápido hasta que se rompan en más pedazos", dijo Taylor. "Puedes seguir haciendo esto a medida que te haces cada vez más pequeño. Lo que sugerimos es que la forma de obtener estos objetos pequeños y de rápida rotación es tomar algunos objetos más grandes y romperlos en pedazos".

A medida que esto sucede, los objetos continúan perdiendo su hielo, se hacen aún más pequeños y giran aún más rápido. Los investigadores creen que mientras que el cometa oscuro más grande, 2003 RM, probablemente fue un objeto más grande que fue expulsado del cinturón principal exterior del cinturón de asteroides, los otros seis objetos que estaban examinando probablemente provenían del cinturón principal interior y fueron formados por un objeto que había sido golpeado hacia adentro y luego se rompió.

Traducción de:

https://astrobiology.com/2024/07/the-origins-of-dark-comets.html

14 COMETAS OSCUROS

Fuente:

 https://www.infobae.com/america/ciencia-america/2024/12/13/cometas-oscuros-el-hallazgo-que-redefine-la-comprension-de-nuestro-sistema-solar/ 

Son objetos clasificados como nuevos por los astrónomos, que se parecen a los asteroides pero su comportamiento es similar al de los cometas. La NASA detectó 7 y duplicó los registrados hasta hoy

Por Victor Ingrassia


Los cometas oscuros parecen asteroides pero actúan como cometas, desafiando las clasificaciones tradicionales de la astronomía (University of Michigan)

En la vasta inmensidad del cosmos, los cometas oscuros emergen hoy como una de las categorías más intrigantes y desconcertantes de cuerpos celestes. Estos objetos, que se asemejan a los asteroides en apariencia pero se comportan como cometas, desafían las clasificaciones tradicionales de la astronomía.

El reciente descubrimiento de 7 nuevos cometas oscuros, anunciado en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, no solo duplica la cantidad conocida de estos misteriosos objetos, sino que también abre una nueva ventana de preguntas sobre su origen, composición y comportamiento.

Con 14 cometas oscuros identificados hasta ahora, los astrónomos comenzaron a clasificar patrones que permiten dividirlos en dos grupos principales. Este hallazgo representa un avance significativo en el estudio de los límites entre asteroides y cometas, y podría tener implicaciones clave para entender el origen de nuestro sistema solar e incluso la vida en la Tierra.

¿Qué son los cometas oscuros?



El reciente hallazgo de siete cometas oscuros duplicó el número conocido, permitiendo identificar dos familias distintas con características únicas (NASA/JPL)

Los cometas oscuros son cuerpos celestes que combinan características de asteroides y cometas. A diferencia de los cometas tradicionales, no presentan las icónicas colas brillantes causadas por la desgasificación de hielo al acercarse al Sol. Sin embargo, exhiben una aceleración no gravitacional, un fenómeno típico de los cometas debido a la expulsión de material volátil de su superficie.

 

martes, 29 de julio de 2025

¿SON LOS COMETAS OSCUROS UNA HIPÓTESIS AD HOC PARA EXPLICAR OUMUAMUA?


 

Las hipótesis ad hoc son hipótesis añadidas posteriormente y con el único propósito de modificar la teoría “haciendo trampa” para que la teoría pueda adecuarse a resultados experimentales contrarios a los esperados según la teoría original.

Es conocida la historia del descubrimiento de ‘Oumuamua, que provocó perplejidad por una serie de aspectos inusuales: su forma de huso, su brillo desproporcionado (10 veces más que un cometa normal) y, sobre todo, su movimiento: en vez de hacerse más lento tras su paso por las cercanías por el Sol (como dictan las leyes de la física) siguió acelerando y no presentó ningún signo de outgassing, como si hubiera acelerado artificialmente para compensar la atracción gravitatoria del Sol). La hipótesis más conocida es la del astrónomo de Harvard Avi Loeb, quien sostiene que sería un artefacto artificial, lo que explicaría su brillo (metálico) y su forma, según él sería una especie de vela solar que aprovecharía así el viento solar. El libro de divulgación donde plantea su hipótesis, “Interstellar”, es muy interesante, básicamente plantea el problema de cómo afrontar la detección de tecnología extraterrestre, incluso de arqueología extraterrestre, la actuación mediática posterior es un poco más errática y efectista.

Lo cierto es que otro científico, Darryl Seligman, propuso lo que me parece la primera hipótesis ad hoc para desmentir la hipótesis de Loeb (que tampoco es  tan firme): una especie de iceberg de hidrógeno, una nube de hidrógeno que sublimaría hidrógeno cerca del Sol, como un cometa, pero el hidrógeno es invisible para los instrumentos que intentaron detectar coma o cola en Oumuamua. Avi Loeb demostró fácilmente que siendo ese iceberg de hidrógeno más frío que el mismísmo espacio interestelar, se hubiera disuelto mucho antes de pasar por el Sol. A la ayuda de Seligman vino Jennifer Bergner con una segunda hipótesis: sería una nueva categoría de cometas, un cometa oscuro. A partir de experimentos de laboratorio, que muestran que el hielo de agua en frío extremo alcanzado por radiación genera paquetes de hidógeno subsuperficiales. Los cometas oscuros tendrían una coma de hidrógeno, invisible, y expulsarían solo eso desde esos paquetes, no de la superficie, no otros gases ni polvo. Supuestamente habría otros cometas oscuros que tendrían aceleraciones similares (muy menores) y sin coma visible. Los cometas oscuros serían básicamente asteroides (Near Earth Objects, para ser precisos) con ocasionales outgassings de hidrógeno que habría que descubrir.

¿Qué les parece? Quedaría sin explicar el brillo y la forma, no. E incluso, las aceleraciones mínimas de los asteroides internos del sistema solar explicarían la aceleración de Oumuamua?

viernes, 25 de julio de 2025

“FALLING STARS”, UNA POESÍA SOBRE METEOROS DE WILLIAM DENNING

 

En una entrada anterior nos referimos a ese ejemplo de vida para todos los que amamos la astronomía amateur que fue William Denning. Como muchos aficionados, la astronomía es una pasión, por la naturaleza, por el cielo y por el estudio. Y la pasión suele reflejarse en poesía. Denning fue un poeta ocasional, cantando su pasión. “Falling Stars” es un poema sobre su pasión principal, la observación de meteoros, publicado cuando tenía 66 años, en el “Journal of the Royal Astronomical Society of Canada” (1915). La encontramos en su biografía “W. F. Denning: In Quest of Meteors. A biography”, de Martin Beech. Ofrecemos la traducción de Google Translate (nada mal).

Hay varias alusiones a la experiencia de observación de meteoros que reconocemos los que la hemos realizado:

La espera a que aparezca un meteoro, nunca sabemos cuándo aparecerá:


Nunca sé el instante en que

perturbarán la quietud

de las estrellas del Cielo y correrán por el firmamento

todo en silencio”.


La alegría de ver un meteoro mientras lo esperamos con los pies en el suelo con rocío nocturno:


“Dondequiera que vienen, traen una alegría que llena mi alma.

¡Oh, mensajeros de mundos lejanos! Anhelo

aprender tu historia,

y espero, entre el rocío helado de la tierra,

noticias celestiales”

ESTRELLAS FUGACES

“Brillantes estrellas fugaces, las saludo con una sonrisa,

mientras seducen,

mi soledad, con puro y dulce placer,

en instantes fugaces.

De belleza colorida y vestidas de lustre,

nunca en reposo,

abarcan el cielo y adornan el camino celestial

con rayos centelleantes.

Solo conozco los momentos de su nacimiento,

sobre la tierra;

mientras ellas realizan su ronda anual en el espacio,

corren su carrera

y perforan el azul como una espada centelleante,

demasiado rápida para desvanecerse.

A lo largo de tu vuelo, las brasas ardientes siembran

un resplandor crepuscular,

para marcar su camino entre las estrellas de la noche,

con luz guía.

Nunca sé el instante en que

perturbarán la quietud

de las estrellas del Cielo y correrán por el firmamento

todo en silencio.

Ni puedo decir en el libro abierto de la Naturaleza,

dónde mirar,

para ver sus destellos crecer y desvanecerse

en la sombra de la noche. Hacia el este o el oeste, sus bolas de fuego

pueden caer de cabeza,

o, lentamente, fluir hacia la altura estrellada

en un vuelo grácil.

Dondequiera que vienen, traen una alegría que llena mi alma.

¡Oh, mensajeros de mundos lejanos! Anhelo

aprender su historia,

y espero, entre el rocío helado de la tierra,

noticias celestiales”.

FALLING STARS

“Bright falling stars I greet you with a smile,
While you beguile,
My loneliness, with pleasure pure and sweet
In moments fleet.
In coloured beauty and in lustre dressed,
Never at rest,
You span the sky and guild the heav'nly way
With sparkling ray.
I only know the moments of your birth,
Above the earth;
As she performs her yearly round in space
You run your race
And pierce the blue just as a flashing blade
Too quick to fade.
Along your flight the burning embers sow
An after-glow,
To mark your path amid the stars of night,
With guiding light.
I never know the instant when you will
Disturb the still
Of Heaven's stars and speed athwart the sky
All silently.
Nor can I tell in Nature's open book,
Just where to look,
To watch your coruscations wax and fade
Amid night's shade.
Adown the east or west your fiery ball
May headlong fall,
Or, slowly, stream along the starry height
In graceful flight.
Whene'er you come you bring a joyous thrill
My soul to fill.
Oh messengers from distant worlds! I yearn
Your tale to learn,
And I await, amid earth's frosted dews,
Celestial news”.